jueves, 4 de diciembre de 2008

Pie Cavo.

Dicha anomalía del pie, es la que presenta exceso de puente y son aquellos individuos que observan un pie mas corto de lo normal, además de unos dedos flexionados en garra, en la mayoría de las ocasiones, junto con un puente muy alto que les condiciona el calzado, en especial si no es acordonado o muy escotado

La imagen de las huellas plantares en estos pies, suelen ser imágenes en las que el contacto del pie se efectúa de forma escueta por la parte anterior y el talón sin apoyo del centro externo del mismo, como es habitual, así como la no-aparición de marcas de apoyo de los dedos.

Dicho pie cavo puede ser anterior o posterior según apoye con más presión en la parte anterior del pie o en el talón.

En otros casos el pie cavo coexiste con otra deformidad que se llama varismo que es el apoyo excesivamente externo del pie, o sea por la parte que corresponde al segmento más bajo del mismo que es la línea que va desde el 5º dedo hasta el talón

Rehabilitación :
Los estiramientos de las cadenas posteriores son muy importantes
Después de todo ejercicio, practicar estiramientos.
Practicar ejercicios en planos inestables (ejemplo mantener el equilibrio sobre pelotas de tenis de forma alternativa en cada pie
Tratamiento ortopédico :
Al igual que en el pie plano el podólogo se basará en los medios de diagnóstico que precise.
El tratamiento ortopédico se basará en la compensación del varismo si procede así como la estabilización del arco interno evitando su tensión y la de la fascia plantar, también provocar un estiramiento de los músculos intrínsecos plantares para mejor apoyo de los dedos, además de descargar la tensión del tendón de Aquiles con una discreta talonera en la plantilla si procede.
La confección de las plantillas se realizará a medida para caso y con los materiales adecuados a la deformidad y actividad que desarrolle el paciente, sobretodo si es de carácter deportivo.
Es importante el uso de calzado fisiológico, preferentemente acordonados y con los tacones anchos para evitar la lateralización del pie (bases estables).

Sintomatología
Son pacientes que les cuesta estar parados de pie sin moverse (les fatiga mucho)
Caminan deprisa con paso cortos.
Aparición de tendinitis, en el tendón de Aquiles.
En los casos de varismo puede ir asociado a talalgias (dolor en talones)
Frecuentes esguinces y torceduras.
Dolor en el arco del pie (fascitis)
Lumbalgias frecuentes, sobretodo en el trabajo de bipedestación y estático.
Metatarsalgias (dolor debajo de los dedos)
Dificultad para calzarse debido a la altura del medio pie y anchura del antepié.
Desgaste excesivo del calzado por el bode externo del tacón.
Es de tener en cuenta que los pacientes con estos tipos de pie suelen presentar una hipertonía (exceso de contracción) muscular y tienen los grupos musculares acortados y en especial el sistema flexor que corresponde al aquíleo-plantar y con acortamiento de los isquiotibiales, que les hace difícil el poder tocarse los pies con las piernas juntas y totalmente estiradas, de esta forma el centro de gravedad de su pelvis varía y les condiciona toda la biomecánica de la marcha.

Los deportistas de nivel suelen presentar por sobreentrenamiento la tendencia a esta deformidad, que con el tiempo si no se compensa suele ir a más, además de ser fuente de frecuentes lesiones ligamentosas, musculares y óseas en especial al nivel de pie, tobillos y rodillas.

Fuente:
Los pies

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